martes, 16 de diciembre de 2008

Tranqui...





Cierra los ojos, relájate en la oscuridad de tu ser y olvídate de donde estás. Cuando estés preparado/a, inspira profundamente por la nariz; espira a fondo. Repite este ejercicio de respiración siendo consciente de la posición de tu cuerpo. Si no estás a gusto cambia de posición. Sentado en el suelo con las piernas cruzadas es una buena opción. Ahora, simplemente intenta concentrarte en el recorrido de tu respiración. Ida y vuelta, una y otra vez.

Tu cuerpo y tu mente ralentizarán los procesos. Poco a poco debes relajarte y dejar fluir los pensamientos en la dirección que deseen ir, no fuerces nada.

Cuando tengas 20 minutos por delante en los que no tengas claro el qué hacer, ponte un atuendo cómodo y siéntate en el suelo sobre algo un poco mullido.