lunes, 15 de diciembre de 2008

Una crisis anecdótica

La crisis ha llegado a su punto álgido por culpa de un pesimismo generalizado que hemos venido sufriendo desde principios del año pasado. La consecuencia no se ha hecho esperar y ha caído la noticia como un jarro de agua fría entre la sociedad española.

Una situación única en la historia de este país, una decisión que no sentará bien a casi nadie. Por primera vez en la historia moderna y por motivos de seguridad administrativa de estado, no se celebrarán ni las navidades ni el fin de año en nuestro país. Se ha declarado un estado de emergencia permanente. Sean cautos.